Miniserie de Terramar: Una respuesta a algunas afirmaciones hechas por los cineastas de la Miniserie de Terramar antes de su estreno.
Ursula K. Le Guin 13 de noviembre de 2004
“La Señorita Le Guin no ha participado en el desarrollo del material o en la elaboración de la película, pero hemos sido muy, muy honestos hacia los libros”, explica el director Rob Lieberman. “Hemos intentado captar todos los niveles de espiritualismo, contenido emocional y mensajes metafóricos. A lo largo de toda la pieza lo he visto como que existe una gran dualidad de la espiritualidad frente al paganismo y la magia, la dualidad de lo masculino y lo femenino. Los momentos finales de la película culminan en la unión de todo esto y representan dos sistemas diferentes de creencias en este mundo, y esto es sobre lo que Ursula se propuso hacer una base. La única cosa que salva este universo de Terramar es la unión de estas dos creencias.”
He intentado duramente guardarme de decir cualquier cosa sobre esta producción, sabiendo que las películas deben ser diferentes de los libros en los que se basan en muchos sentidos y sintiendo que realmente no era asunto mío hablar de ello, puesto que no me habían incluido en la planificación y no me fue dada parte en las discusiones o decisiones.
Esto hace particularmente irritante que el director ponga palabras en mi boca
El Señor Lieberman tiene todo el derecho de decir cuáles eran sus intenciones al hacer la película que dirigió, llamada “Terramar”. Pero él no tiene ningún derecho de indicar lo que yo pretendía al escribir los libros de Terramar.
Si a la “Señorita Le Guin” se le hubiera pedido honestamente que participara en la planificación de la película, ella podría haber discutido con los cineastas sobre qué tratan los libros.
Cuando intenté sugerir que era una insensatez realizar cambios radicales a los personajes, acontecimientos y relaciones que han sido familiares a cientos de miles de lectores de todo el mundo por más de treinta años, me enviaron una copia del guión y me informaron que la producción ya estaba en curso.
Así pues, para que conste: no hay ninguna base en los libros, ni yo intenté nunca crear una base sobre “la unión de dos sistemas de creencias”. No hay nada acerca de la “dualidad de espiritualidad y paganismo”, sea cual sea el significado de esto.
Antes en el artículo, se cita a Robert Halmi diciendo que Terramar “tiene gente que cree y gente que no cree.” Sólo puedo admirar la imaginación del Señor Halmi, pero desearía que el dejara la mía en paz.
En los libros, la magia de Archipiélago y el ritualismo de los Kargs están opuestos y unidos, como el yang y el ying. El unificar el brazalete (arm-ring) roto es el símbolo de la restauración de un equilibrio inquieto, activo, ofreciendo una oportunidad arriesgada de paz.
Esto no tiene nada que ver con “gente que cree y gente que no cree”. Esta terrible división en Creyentes y No Creyentes (una cuestión en sí misma, no de razón sino de fe) es la que inunda al Cristianismo y al Islam y conduce sus guerras.
Pero los Magos de Terramar verían esas guerras como locura y los dragones de Terramar se reirían de ellos y volarían lejos...
Totó, algo me dice que Terramar no es Iraq.
Me pregunto qué hubiera pasado si la gente que hizo la película de El Señor de los Anillos la hubiera terminado con Frodo poniéndose el Anillo y gobernando felizmente para siempre jamás, diciendo que eso era lo que Tolkien “pretendía...” ¿La gente pensaría que ellos habían sido “muy, muy honestos con los libros"?
Ursula K. Le Guin 13 de noviembre de 2004
Publicado originalmente en http://www.ursulakleguin.com/Earthsea.html
Traducción de Docemoradas.com
Publicado con consentimiento de la autora
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