Las Doce Moradas del Viento - Ursula K. Le Guin

Aún no había anochecido. Los ojos se le habían acostumbrado a la oscuridad, pese a que los colores y los espacios ensombrecidos se acercaban al umbral de la noche. El cielo, sobre la negra y nítida silueta de las ramas, estaba descolorido, y su monótona luminosidad no revelaba por dónde se había puesto el sol. Aún no se veían estrellas. El arroyo, de veinte o treinta pies de ancho y lleno de cantos rodados, era como un retazo de cielo, rielando entre los pedruscos. Los amplios bancos de arena refulgían en ambas orillas; sólo corriente abajo, donde el follaje era más espeso, se había concentrado el ocaso,  desdibujando los detalles.

El Lugar del Comienzo, publicado por Le Guin en 1980, no fue traducido al español por la Editorial Minotauro hasta diez años más tarde. Este libro, de lectura fácil y amena, está dirigido a un público de "jóvenes adultos" y pese a que se puede catalogar dentro del ámbito de la Fantasía, tras su lectura descubriremos que, sobre todo, está centrado en la vida real. Ursula se atreve así con una historia cuyo planteamiento, y más aún su desenlace, resulta tremendamente atípico e incluso desconcertante.

Hugh Rogers es un joven cuya vida transcurre entre su trabajo como cajero en un supermercado y su casa, con su madre. Vive en las afueras porque a su madre no le gusta vivir en las ciudades, y tiene que estar en casa, porque su madre se pone nerviosa si él llega tarde. Un día, Hugh descubre un lugar en el bosque en el que se siente a gusto. Pronto se dará cuenta que ese lugar es especial, que está iluminado siempre por una luz crepuscular y que ahí el tiempo transcurre de otra manera.

Irene ya no vive con su madre. Tuvo que marcharse cuando su padrastro intentó abusar de ella. Pero la convivencia con una pareja de amigos últimamente tampoco está resultando ser agradable. Irene conoció El lugar del comienzo hace ya mucho tiempo y, desde allí, el camino hacia Tembreabrezi, donde se sintió acogida y arropada. Sin embargo, últimamente le es cada vez más difícil poder llegar a este lugar, pues suele encontrar el portal cerrado.

Tembreabrezi es un pequeño pueblo al cual se llega tras una larga y dura caminata bajo la luz crepuscular, siguiendo el sendero desde El lugar del comienzo. Tienen su propio idioma, que Irene ya comprende y habla y se dedican a la cría de ovejas y cardado de la lana. Sin embargo, cuando Hugh consigue llegar a Tembreabrezi, descubre que necesitan su ayuda, pues los caminos se están cerrando. Un oscuro peligro se cierne sobre los habitantes del idílico lugar, contra el cual no pueden luchar. Para salvarles, Irena y Hugh deben partir a enfrentarse con algo desconocido.

Sin embargo, tras el punto álgido de la historia, observamos con asombro como la aventura de Hugh e Irene termina de forma abrupta, y se quedan demasiadas cosas sin resolver y sin explicación alguna... Y es entonces cuando nos damos cuenta de que realmente ésta no es la historia que tiene importancia. Tanto Hugh como Irene están solos, y el Lugar del Comienzo y Tembreabrezi no son más que un refugio para sus problemas personales y familiares. Pero no pueden quedarse ahí. Tienen que aprender a luchar por lo que quieren, tienen que madurar y hacerse adultos.

Venciendo al dragón, realmente están venciendo sus miedos. Se ayudan uno a otro, pues Hugh e Irene tienen dificultades compartidas, que vemos reflejadas en el hecho de la dificultad de ella por entrar en El Lugar del Comienzo, y la dificultad de él para salir. Tembreabrezi, la Fantasía, no son sino una herramienta, un medio para que dos personas aprendan qué es lo importante en la vida.

Porque la historia que importa, lo que realmente importa es lo que tenemos en la vida real, y es a ello a lo que tenemos que aprender a enfrentarnos para vivir nuestras vidas, disfrutar e intentar ser felices. La imaginación, Tembreabrezi, siempre será un refugio... El Lugar del comienzo, donde seamos capaces de comenzar a  vivir.