Gedo Senki (Cuentos de Terramar)
Publicado originalmente en la web oficial de la autora. Traducido y publicado bajo su consentimiento.
Una primera impresión sobre "Gedo Senki", la pelÃcula de Terramar realizada por Goro Miyazaki para el Estudio Ghibli. Escrito para mis fans de Japón que me escriben sobre la pelÃcula, y para los fans de cualquier otra parte que puedan sentir curiosidad sobre ello.
Nota Preliminar:
Muy pocos autores tienen algún control sobre el uso que se hace de sus libros por parte de un estudio cinematográfico. La regla general es que, una vez que se firma el contrato, el autor de los libros no existe. Etiquetas como "consultor creativo" no significan nada. Por favor no mantengan a ningún escritor excepto al guionista responsable de cualquier cosa en una pelÃcula. No le preguntes al autor del libro "¿Por qué ellos ...?". Ella también se lo pregunta.
Historia Breve:
Hace unos veinte años, el Sr. Hayao Miyazaki me escribió expresando su interés en realizar una pelÃcula de animación basada en los (por entonces sólo tres) libros de Terramar. Yo no conocÃa su trabajo. Sólo conocÃa la animación de tipo-Disney, y no me gustaba. Dije que no.
Seis o siete años después, mi amiga Vonda N. McIntyre me habló de Mi Vecino Totoro y la vimos juntas. Me convertà en una fan de Miyazaki al momento y para siempre. Le considero un genio del mismo calibre que Kurosawa o Fellini.
Algunos años después, cuando supe que la maravillosa traductora japonés de los últimos libros de Terramar, la Sra. Masako Shimizu, conocÃa al Sr. Hayao Miyazaki, le pedà que le dijera que, si aún seguÃa interesado en Terramar, le invitarÃa a hablar con él sobre una pelÃcula.
Mantuve una agradable correspondencia con el Sr. Toshio Suzuki del Estudio Ghibli. En nuestras cartas, insistà en lo poco inteligente que serÃa realizar cambios radicales a la historia o los personajes, pues muchos lectores conocen muy bien los libros, en Japón o en cualquier otra parte. Para mantener la libertad de imaginación que él debÃa tener realizando esta pelÃcula, sugerà que el Sr. Miyazaki podrÃa utilizar el perÃodo de diez o quince años entre los dos primeros libros: No sabemos qué hizo Ged durante esos años, además de convertirse en Archimago, y el Sr. Miyazaki podrÃa hacer con él lo que quisiera. (No hay ningún otro cineasta a quien yo le haya hecho una proposición semejante)
En agosto de 2005, el Sr. Toshio Suzuki del Estudio Ghibli vino con el Sr. Hayao Miyazaki a hablar conmigo y con mi hijo (que es quien controla ahora los derechos de Terramar). Tuvimos una muy placentera visita en mi casa.
Se nos explicó que el Sr. Hayao deseaba retirarse de la realización de pelÃculas, y que la familia y el estudio querÃan que el hijo del Sr. Hayao, Goro, que jamás habÃa realizado ni una sola pelÃcula, hiciera ésta. Nos sentimos muy decepcionados, y también preocupados, pero se nos dio la impresión, de hecho se nos aseguró, que el proyecto siempre estarÃa sujeto a la aprobación del Sr. Hayao. Con estos términos, firmamos el acuerdo.
Por ese entonces, el trabajo en la pelÃcula ya habÃa comenzado: se nos entregó como regalo una copia del poster con el dragón y el chico, y también un boceto de Hortburgo del Sr. Hayao, y la versión final realizada por los artistas del estudio.
El trabajo en la pelÃcula se realizó extremadamente rápido a partir de entonces. Pronto nos dimos cuenta de que el Sr. Hayao no estaba tomando parte en la realización de la pelÃcula en absoluto.
Recibà una carta muy emotiva de él, y después otra del Sr. Goro. Les respondà lo mejor que pude.
Siento mucho que el enfado y la decepción entraran a formar parte de la realización de la pelÃcula en ambos lados del Océano PacÃfico.
Me han dicho que el Sr. Hayao no se ha retirado después de todo, sino que está ahora realizando otra pelÃcula. Esto ha acrecentado mi decepción. Espero poder dejar eso atrás.
La PelÃcula.
Como mi hijo y yo no podÃamos ir a Tokio para la presentación de la pelÃcula, el Estudio Ghibli tuvo la amabilidad de enviarnos una copia y ofrecernos una proyección privada en un teatro de la ciudad el domingo 6 de agosto de 2006. Fue un evento feliz. Vinieron muchos amigos con sus hijos. Era entretenido conocer las respuestas de los niños. Algunos más jóvenes se sintieron asustados o confusos, pero a los niños más mayores les gustó.
Tras la proyección fuimos a cenar a la casa de mi hijo. La perrita Elinor se comportó con gran decoro, mientras que el Sr. Toshio Suzuki hizo el pino sobre el césped.
El Sr. Goro Miyazaki me preguntó justo cuando nos Ãbamos, "¿Le gustó la pelÃcula?". No era una pregunta fácil de responder, bajo las circunstancias. Le dije: "SÃ. No es mi libro. Es su pelÃcula. Es una buena pelÃcula".
No me di cuenta de que estaba hablando para nadie más que para él y la poca gente que nos rodeaba. Hubiera preferido que una respuesta privada a una pregunta privada no se hubiera hecho pública. Lo menciono aquà únicamente porque el Sr. Goro lo ha mencionado en su blog.
Asà pues, con el espÃritu de que todo se haga público siempre durante quince minutos, ofreceré un informe más completo de mi primera impresión sobre esta pelÃcula:
Gran parte de ella era preciosa. Algunos flecos se cortaron, de todos modos, en la animación de esta pelÃcula realizada tan rápidamente. No tiene la delicada precisión de "Totoro" o la poderosa y espléndida riqueza de detalles de "El Viaje de Chihiro". Las imágenes son efectivas pero a menudo demasiado convencionales.
Gran parte fue emocionante. La emoción se mantenÃa con violencia, hasta un grado que encuentro realmente infiel al espÃritu de los libros.
Buena parte fue, creo, incoherente. Esto podrÃa ser porque yo seguÃa intentando encontrar y seguir la historia de mis libros mientras veÃa una historia totalmente diferente, representada confusamente por gente con los mismos nombres que en mi historia, pero con temperamentos, historias y destinos totalmente diferentes.
Por supuesto que una pelÃcula no deberÃa intentar seguir una novela exactamente - son artes diferentes, dos formas de narración muy distintas. Es posible que tengan que realizarse cambios radicales. Pero es razonable esperar cierta fidelidad sobre los personajes y la historia en general en una pelÃcula de la que su tÃtulo y su historia se dicen que están basados en libros que llevan impresos desde hace 40 años.
Tanto los cineastas americanos como los japoneses han tratado estos libros como minas desde las que extraer los nombres y algunos pocos conceptos, sacando partes y detalles fuera de contexto, y reemplazando la/s historia/s por una trama totalmente diferente, que carece de coherencia y consistencia. Me maravilla la falta de respeto que se muestra no sólo a los libros sino también a los lectores.
Creo que los "mensajes" de las pelÃculas parecen un poco rudos, aunque a menudo estén citados bastante aproximadamente de los libros, las aseveraciones sobre la vida y la muerte, el equilibrio, etc., no siguen a los personajes y la acción como lo hacen en los libros. Aunque la intención sea buena, no están implÃcitos en la historia y los personajes. No se los han "ganado". Asà que aparecen como sermoneados. Hay algunos detalles sentenciosos en los tres primeros libros de Terramar, pero no creo que destaquen de forma tan desgastada.
El sentido moral de los libros aparece de forma confusa en la pelÃcula. Por ejemplo: El asesinato del padre de Arren en la pelÃcula carece de motivo alguno, es arbitrario: la explicación de que lo ha realizado una sombra oscura o un alter-ego llega tarde, y no convence. ¿Por qué se divide el chico en dos? No nos dan ninguna pista. La idea surge de Un Mago de Terramar, pero en ese libro sabemos cómo una sombra termina persiguiendo a Ged, y sabemos por qué, y al final, sabemos quién es la sombra. Nuestra oscuridad interior no puede apartarse enarbolando una espada mágica.
Pero en la pelÃcula, el mal se ha externalizado de forma cómoda en un villano, el mago Kumo/Araña, al que simplemente se puede asesinar, resolviendo todos los problemas.
En la fantasÃa moderna (literaria o gubernamental), matar a la gente es la solución habitual a la llamada guerra entre el bien y el mal. Mis libros no están concebidos en términos de una guerra semejante, y no ofrecen respuestas simples a preguntas simplistas.
Aunque creo que los dragones de mi Terramar son más bonitos, admiro la noble forma en que los dragones de Goro doblan las alas. Los animales de su imaginación se muestran con mucha ternura - me encantaron las expresivas orejas del caballo-llama. Me gustaron mucho las escenas abrevando a los animales y demás, que le dan a la pelÃcula una calma terrenal y práctica - un sabio cambio de ritmo del constante conflicto y "acción". En ellos, al menos, reconocà mi Terramar.
El tema del color:
Mi propósito al hacer que la mayorÃa de la gente de Terramar sea de color, y que los blancos sean un grupo de gente marginal e incluso atrasada, fue por supuesto un propósito moralista, dirigido a los lectores americanos y europeos. Los héroes de fantasÃa de la tradición europea son convencionalmente blancos - o lo ha sido universalmente hasta 1968 - y la oscuridad de la piel a menudo se asocia con el mal. Cambiando lo esperado, una novelista puede socavar un prejuicio.
Los realizadores de la televisión americana, jactándose de que eran "daltónicos" redujeron la población de color de Terramar a uno y medio. Los he maldecido por blanquear Terramar, y no les perdono por ello.
Este tema es diferente en Japón. No puedo tratar el tema de la raza en Japón porque conozco muy poco sobre el tema. Pero sé que una pelÃcula de anime abofetea las casi inmutables convenciones de su género. La mayorÃa de las personas en las pelÃculas de anime parecen - al ojo americano/europeo - blancas. Me han dicho que la audiencia japonesa los percibe de forma diferente. Me han dicho que ellos podrÃan percibir a este Ged como de un color más oscuro del que yo veo. Eso espero. La mayorÃa de los personajes me parecen blancos, pero hay al menos una pequeña variación de bronces y beiges. Y el pelo rubio de Tenar y sus ojos azules están bien, pues pertenece a una minorÃa de las islas Kargas.
¿Cuándo podremos ver "Gedo Senki" o "Cuentos de Terramar" en América?
Cuando el contrato con la gente de televisión por su pelÃcula y los derechos caduquen: No antes de 2009. ¡Ay! Son como el perro del hortelano.
Nota: La versión que vimos estaba subtitulada, no doblada. El Estudio Ghibli realiza un doblaje excelente, pero me encantó escuchar las voces japonesas por una vez. La cálida voz de Ged, con un tono oscuro, era particularmente apropiada. Y espero que la maravillosa canción de Therru se mantenga en su forma original cuando se doble la pelÃcula.
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